Tenía tiempísimo que no comía coles de bruselas, no se de verdad la razón, pero la última vez que fui al mercado me picaron el ojo y me las llevé (las coles, OJO), de verdad ni me acordaba cómo me las comía antes, así que empezó a aparecer una forma que no debería fallar; gratinadas. Pero no así no más con un bojote de bechamel y quesooooo, ¡no señor!. ¡Con salsa de coliflor, acompañadas con quinua y el toque de almendras en el tope!
Empecemos por el principio. Blanqueamos las coles cortaditas en cuartos (unas 6), esto es al agua hirviendo con sal por 8 a 10 minutos, las escurrimos. Salteamos media cebolla y 2 dientes de ajo, las metemos allí para saltearlas y que agarren sabor, sal al gusto y apartamos esta preparación.
En la misma olla donde pusimos las coles podemos poner una taza de coliflor en trozos con el mismo tiempo de cocción y todo, cuando estén tiernos van a la licuadora con un diente de ajo que previamente pasamos por una sartén caliente con un poquito de aceite para que se dore, 4 cdas. del agua de la cocción y a licuar, la consistencia se la vas dando a gusto echando un poquito de agua a la vez hasta que quede como una "bechamel", corregimos sal y apartamos también.
Ya tenía un poco de quinua cocida en la nevera; así que solo me quedaba hacer el "parmesano" y la ensalada. Ponemos un puñado de almendras en el picatodo con un poquito de sal marina y procesamos hasta hacerlo polvo, rectificamos la sal al gusto y ahora a armar el plato:
Encontré una fuentecita de barro de lo mas "cute" mezclé las coles con la quinua (media taza) y lo puse dentro, encima una buena capa de la salsa de coliflor y rematé con las almendras, como ya todo está cocido lo metí al horno solo para gratinar y amalgamar los sabores, cuando esté doradito se saca del horno ¡y se sirve!
Acompañé con una ensaladita sencilla de tomate, zanahoria, rábano, cilantro, sal y limón.
Muy rico mi almuercito...
¿qué tal?
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