...de reposo...

Entrando al mundo de Blogloving

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No estoy muy segura de lo que estoy haciendo, pero sigo las instrucciones a ver si me sale.... hoy estoy tal cual "Pajarito en grama" ¡¡¡jajjajajjajajjajajja!!!!!!!...

Si es así, pues estaré en Blogloving para que me sigan y para poder organizar el montón de blogs que tengo en mi lista de favoritos; con Blogloving tengo una cartelera tipo Pinterest y creo que es mas fácil seguirles el paso y que no se me escape alguna receta o secretito culinario por ahí.... o algún DIY estupendo que me pierda por no revisar el montonón de páginas en mi lista interminable, creo que el Bloglovin me va a facilitar la tarea de "seguimiento"...

¡Vamos a ver si me sale!

Para cobrar con estilo...

¡Hasta que por fin imprimí unas facturitas!, hacía tiempo que no usaba eso de las facturas personales, pero me tocó, así que ¡bueh! ¡a facturar!, lo único es que el talonario es así como burdo... como sin ganas... como lugar común que llaman...

Entonces lo que se me ocurrió fue hacerle una carpetica para su resguardo y que no se vea como fea cada vez que la saque.

Usé una de mis tapas de caja para torta; que guardo para ocasiones como esta, papel de regalo, cinta adhesiva doble faz y un pedacito de cierre mágico (velcro). La puse sobre el cartón para sacar las medidas, prácticamente lo que hice fue dibujarla sobre la tapa. En el fondo pegué una franja de papel a manera de bolsillo para meter el cartoncito de la base que trae el facturero, así no lo tengo que pegar y cuando se terminen las facuras puedo usar este porta factura de nuevo. Pegué el papel de regalo con la cinta doblefaz.

Lo cierras con el velcro y te queda un cuadernito de lo mas chic y con estilo...

¡¡¡eeeeehhhhhhh!!!! ¡¡¡tengo facturitas!!!

Nota de la autora: cuando llegó mi consorte yo estaba escribiendo este post, y le enseñé el facturero toda orgullosa, volteó a ver la pantalla y me dijo: - "aaaaaahhhhhhh ¿te lo copiaste de ese blog?"..." ¡¡¡jajjajajjajjajjajjajajjaa!!!! - "¡¡nooo valeeeee!! ese es MI BLOG y estoy poniendo las foticos.... ¡¡¡jjajajjajajaa!!!!!".... - "aaaaahhhh ¡¡te quedó súper!!..."

A las fotos me remito...

Así como tuve mi encuentro con el coliflor; un descubrimiento, una primera cita a ciegas... hoy tuve mi primer encuentro con la leche de coco, y no es cualquier encuentro, es "EL" encuentro; uno sensual y voluptuoso, delicado y delicioso, suntuoso y brillante; "el encuentro".

Tan sencillo como que aprendí a hacer ganache de chocolate con leche de coco, sip, ¡eso es todo!. Es tan sencillo, básico y fácil que da risa, pero el resultado es de otro mundo.

Es el mismo procedimiento del ganache normal, pero con leche de coco full fat, nada de light. Pones a calentar 1/2 taza de leche de coco sin que hierva, esto se lo agregas a 6 oz de chocolate finamente picado (que tenga menos de 70% de cacao) y esperas un ratito a que se derrita... luego lo mezclas, esperas que se atempere y lo metes en la nevera para que agarre consistencia... lo dejé toda la noche, al día siguiente era una cosa sublime... espesa, reluciente... se lo puse encima a unos cupcakes vegan de chocolate a los que les había puesto un relleno de mermelada de cerezas negras (que es mi favorita)...... ¡¡¡UUUUUFFFFF!!!! ¡¡¡TOO MUCH!!!

Nooooooo.... no se cree..... es... es.... un pedacito de cielo chocolatoso... un esponjoso y tierno pedacito de sonrisa que te abraza, te hace cosquillas y no te suelta.... si le dices a alguien que no tiene leche (de vaca), ni huevos ni mantequilla no te lo van a creer, es ¡¡¡DEMASIADO BUENO!!! y ¡animal friendly!.

La receta del cupcake es la misma que ya publiqué aquí, la hice solo con agua, no le puse café; es decir, le eché 1 taza de agua y no 1/2 de agua y 1/2 de café.  Por supuesto que intentaré hacer mi propia mermelada a ver qué tal, pero con esta fue demasiado perfecto. Y creo que sin relleno también sería divino...

Es indescriptible... a las fotos me remito... estoy enamorada...

Marcando donde me quedé leyendo...

Estoy negada completamente a leer en una pantalla, ya sea computadora, laptop, tablet o ¡lo que se les ocurra! no hay nada como el papel y la tinta. De hecho traté de leerme un libro en la compu y de verdad ¡no hubo forma!, se te cansa la vista, te empieza a doler la espalda y llega un momento en el que simplemente ¡no sientes tus posaderas!... En fin, cuando leo un libro puedo hacerlo donde quiera y en la posición que quiera, ya se que me van a decir que con el tablet también, pero nop, no es lo mismo; yo suelto el libro, lo pongo a un lado y cierro los ojos un ratico, lo retomo y sigo leyendo, pasas las páginas, te devuelves, te tomas un sorbo de un juguito y sigues leyendo, se te monta la cahorra encima, casi te tumba, pero te enderezas y sigues leyendo... además te aseguro que en la calle NADIE te va a querer robar el libro, en cambio el súper celu, el tablet o la laptop no son como para leer en una parada de autobús o sentada en una plaza... (lamentablemente, lo se..)

Pero a lo que iba, toda esta introducción viene a que hice una manualidad pequeñiiiiiita para marcar la página por donde voy en el libro que estoy leyendo... Es casi una tontería pero queda tan bonito que es como un cariñito para tu lectura...

Tan sencillo como doblar un papelito con forma de corazón, si pinchas en la foto está el paso a paso, la página está en chino ¡¡¡jajjajajjajjajajjajajjaa!!! pero las fotos son bien explícitas, no hace falta entender mucho lo que dicen... los hice con pedacitos de papel de regalo que estaban sobrando por ahí y ¡me emocioné! ¡no es que esté leyendo cinco libros ni mucho menos! ¡jajjajajjajjajaja! pero es que después del primero no podía parar, además puedes regalarlo como un detallito a una persona aficionada a la lectura con una tarjetita y una bolsita de té, no se, se me ocurre...

y bueno, ¡¡¡a retomar la lectura!!!

En honor a... ¡The Rolling Stones !

Esta semana, aunque lleve dos días, está un poco loca... pero ¡ahí le vamos...!

Como ya sabrán lo que mas me gusta es hacer tortas para adultos, porque son temas retro, de mucho cariño y nostalgia, o porque simplemente son las que me gustaría hacer para mí (la mayoría de las veces), como es el caso de esta torta de hoy, que ya se la hice a mi hermano en su cumple, pero esta vez me la pidió una chica para dársela de sorpresa a su esposo y ahí es donde entra el gustico rico que tienen estas tortas; la sensación de complicidad en un juego clandestino y la ilusión de la cara que va a poner la persona que la reciba, ¡esas cosas me encantan!

Aquí se las dejo...

¡¡¡¡jijiijiijiijijijijiijijiii...!!!!