Hay un millón de excusas, para todo y en cualquier ocasión.
El otro día estaba en una conferencia en la que se habló del por qué no comer animales, y salió del público la excusa del "tiempo"; "es que no tengo tiempo", "no hay tiempo para hacer todo eso, las comidas son muy complicadas, la preparación toma todo el día", en fin, no hay "TIEMPO", "Ser vegan requiere mucho trabajo". Entonces me pregunto: ¿hay tiempo para hacer un asado negro pero no un guiso de berenjenas? ¿cuál es la diferencia?, ¿no empleas el mismo tiempo en hacer un pasticho de calabacín que uno de carne molida?, lo que te toma hacer unas hamburguesas es lo mismo, ya sean de carne o de lentejas (a parte de que hay mucha más variedad de sabores de vegetales para comer una hamburguesa diferente cada día).
Estoy consciente de que influye mucho la educación y la costumbre, lo se, todavía no me acostumbro a tomarme mi jugo "verde" todos los días, pero se que ese día llegará tarde o temprano... Se que es cuestión de aprender, de investigar, de abrirse a nuevos sabores y nuevas costumbres, pero de verdad no es tan complicado como la gente piensa, no es un asunto cuesta arriba, no es un "sacrificio" o una "dieta" tortuosa, es cuestión de verlo como natural y llevarlo con alegría.
Lo confieso, hay días que no me da la cabeza o me da flojera y me como un sandwich, pero la curiosidad y el reto de comer cosas ricas y de aprender cosas nuevas me empuja a meterme en el pinterest o en mis blogs favoritos y estar lista al día siguiente para experimentar algo nuevo.
Por allí en la red hay muchas técnicas de cocina para gente "ocupada" y son absolutamente válidas para las personas vegan también; hacer un gran pasticho el fin de semana para tener reservas ya listas en la nevera, dejas listo arroz, quinoa, hummus, salsa para pasta, en fin un montón de preparaciones básicas para que en la semana lo que tengas es que armar un plato con algún vegetal fresco que tengas por ahí y no tardar "horas" en hacerte el almuerzo o la cena...
Este fue mi almuerzo hoy, no tenía ganas de cocinar, pero ¡¡tenía reservas!!: unas lentejitas, un guisito de papas, vainitas y brócoli, una ensalada fresca y colorida, y lo único que "cociné" fueron dos soccas porque me provocó comer así con las manos usando la socca de "cuchara". No estuve dos horas en la cocina ni mucho menos y comí rico sin hacerle daño a nadie...
¡Anímense! ¡Ser Vegan no es tan complicado como lo pintan!
NOTA: esta socca la hice con 1/4 de taza de harina de garbanzos, 1/4 de taza de agua, 1cdta. semillas de chía, 1cdta. de ajonjolí, cúrcuma y sal al gusto. La preparas tal cual como una panqueca: a fuego medio en plancha caliente, cuando salgan burbujitas lo volteas, doradito por los dos lados y ¡a comer!.
Yo creo que la gente le tiene miedo, no saben que hay un montón de sabores y de texturas maravillosas que puedes probar, yo no soy vegan, ni creo que lo sea, pero me encanta la variedad y solo en la comida vegan o vegetariana encuentras esta fiesta.
ResponderEliminarYo aprovecho un montón de estas recetas para darle a mis hijas vegetales y frutas, creo que son una maravilla además, como comen tan mal, me aseguro de que coman sus proteínas.
Gracias a Dios que adoran los granos de cualquier color!!!
Un besito
¡Gracias por lo que me toca!
ResponderEliminarbesitos!