La gaveta de las verduras y vegetales estaba prácticamente vacía... solo se vislumbraba un pedazo olvidado de auyama desterrado de alguna sopa anterior, la bandeja de portobellos lo que hace es ocupar espacio porque solo tiene uno, íngrimo y solo. Y lo único que queda medio campante es una bolsa de calabacines bebé que en realidad no nos provocaron en toda la semana... Viene la pregunta... ¿qué hago?
Pues bien. ¡¡¡Crema de Auyama!!!
Una de mis favoritas y que tiene muy bien ganado su puesto en la categoría de "confort food" sobretodo para este momento en el que te das cuenta de que TIENES que hacer mercado jajjajajjajaja!
Tan sencillo como sancochar la auyama con un poco de sal, licuar y listo. Siempre hay formas y formas de hacer una crema, lo sé, que si el caldo de vegetales, que si la leche de coco, ponerle un montón de condimentos y tal y cual, pero de verdad verdad no hay nada como el sabor sencillo y reluciente de la verdura en sí. La crema de apio por ejemplo siempre la hago así, sancochado, sal y licuadora, es en ese momento cuando aprecias el sabor del apio, sin mas... delicioso. Y pues probé a ver si pasaba lo mismo con la auyama y efectivamente es así, no necesitas mas que la auyama. Por supuesto puedes enriquecer, adornar y jugar agregando sabores y demás (pero tengo que hacer mercado...). Esta vez, como tenía al portobello solitario se me ocurrió hacer como un "adorno" para mi crema de auyama, entonces rebané el hongo y un calabacín bebé, los salteé con un poquito de ajo y sal, aparte tosté unas almendras fileteadas... ¡¡y no se diga mas!! Una cremita de restaurant puejm!!!!!
Quedó una crema sedosa con varias texturas, lo suntuoso del portobello, lo crujiente de las almendra y lo suave del calabacín, de verdad quedó como si hubiera pasado una semana planificándola...
Cocinar es sencillo, solo hay que tener un poquito de disposición, cariño y hambre... jajjajjajajjajjaa!!!
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